12/12/2009

Señores de la magia

Ultimamente hay muchos elfos pululando por Orgrimmar. Viene como representantes de sus señores (Kael'thas y Lor'themar, los más requetemegaguays de todos), para unirse a la Horda. Resulta simpático, que esos estirados nos pidan ayuda. Pero dejad que os cuente como ha sido.

En realidad, los elfos quel'dorei eran parte de la Alianza y muy amigos de los humanos. Vivian al norte de los Reinos, en una ciudad sobrecargada de magia. Sobrecargada, bueno, eso es quedarse cortos. Tenían el Pozo del Sol, una fuente de energía mágica que había desestabilizado una parte del continente. Pero claro, un poder así llama la atención.
Fue en la Tercera Guerra, cuando Arthas el Traidor sucumbió a la Plaga, cuando peor les vino estar en posesión de todo ese poder. Fueron atacados por la Plaga, ya que para resucitar a Kel'thuzad (el sirviente del Rey Lich y muy amigo de Arthas, jejeje), no les valía ningún otro colector de magia.
Privados del Pozo (y de más de la mitad de su población), los elfos se vieron con un "pequeño" problema: su adicción a la magia. Ahora que no tenían energía disponible, les asaltó un síndrome de abstinencia brutal. El principe Kael'thas, el único dirigente que escapó a la masacre, comenzó a colaborar con la Alianza por la promesa de una cura (o al menos, de una solución para "parchear" a su gente). Pero la Alianza, bueno, ya sabeís como son... Al final, acabaron acusados de colaborar con los naga y con Illidan, por lo que les persiguieron como a ratas.
Al final, Kael'thas y una parte de sus fuerzas consiguieron escapar a Draenor, pero el resto se quedó en tierra, al mando de Lor'themar. Viendo que les cerraban el cerco entre la Plaga y la Alianza, no les quedó otra que pedir ayuda a Thrall y a la Horda.

Uno puede pensar, después de esto, que los elfos sanguinarios (sin'dorei, su nuevo nombre) colaboran plácidamente con orcos, trolls, y demás. Nada más lejos de la realidad: aun piensan que son un bastión de cultura y poder frente a razas "inferiores". Si akguna vez os topais con alguno, ya me dareis la razón. En cualquier caso, sus caras bonitas esconden a buenos guerreros que, si no estuviesen viéndose el ombligo, son hasta dignos de ser llamados camaradas.
No todos son así, pero para 2 o 3 que salen de la norma...

Mok'gra!

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