12/02/2009

El viaje comienza...

Hace calor en Stromgarde. A pesar de ser las ruinas de una gran ciudad, no hay edificios tan altos como para tapar el axfisiante sol de los Reinos. Además, no hay aire, y aun no he decidido qué huele peor: los excrementos de los raptors de las Tierras Altas o el aliento de los ogros.

¿Qué quién soy? Mi nombre es Kalagann, y he nacido como orco libre de la Legión en el desierto de Durotar. Curioso que habiendo vivido en un desierto me queje del calor, pero es que aquí se te pega a la piel. La humedad, será... Echo de menos mi tierra, a pesar de que mi actual patrón me pague muy bien por mi estancia en Arathi.

Ah, sí, no lo había dicho. Soy un guerrero, un mercenario, que viaja a donde le diga el que mejor me pague para hacer lo que requiera: asesinatos, guerras, escoltas, cocinar, lo que sea. Hace tiempo tuve un buen empleo en Orgrimmar, mi ciudad, pero se me acabo ese chollo (lo acabé, mejor dicho), y tuve que emigrar al este a buscarme algo. Dejad que os cuente un poco.

En Orgrimmar viven los clanes orcos y trolls, y uno pensaría que es todo felicidad en el bastión de la Horda, pero nada más lejos de la realidad. Debajo de la superficie hay todo un poso de traidores que trabajan para traer de regreso a la Legión (una horda de demonios que... bueno, ya os contaré eso otro día). Los peores de ellos son los brujos del clan Filo Ardiente. Se llaman así por que viven en el subsuelo de Orgrimmar, unas cavernas con lagos de lava, donde se esconde su lider, Taragamann el Hambriento.

Ese es el chollo que se me acabó: tuve que acabar matando al demonio. No es que fuese facil, imaginate, con toda esa lava en el suelo y un bicharraco enorme intentando arrancarme el..la... la cabeza, vaya. Pero bueno, soy yo el que está escribiendo el diario y no él.

Otro día os sigo contando más cosas, como la vez que asalte el Castillo Oscuro con los Errantes, o cuando... mmm... mejor no os doy más detalles.

Lok'tar Ogar!

1 comentario:

  1. Bueno, pues tendremos cuidado con toda esa clase de seres que nos acechan.

    Un saludo

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